Resumo | Examinaremos el tratamiento que recibe la categoría de la conjunción en nueve gramáticas sobre el quechua compuestas entre 1560 y 1753. Teniendo en cuenta que los lingüistas misioneros toman al latín como referente metodológico y conceptual de cómo enseñar una segunda lengua, nuestro primer objetivo será descubrir qué tratamiento hacen de la tradición latina heredada los gramáticos de la lengua quechua. En segundo lugar, procuraremos sacar a la luz las novedades introducidas por los lingüistas misioneros a la hora de explicar esta categoría y mostrar las interrelaciones existentes entre las distintas gramáticas del quechua, pues conforman una tradición gramaticográfica propia. Para ello, tras revisar Viñaza (1977 [1892]) y Niederehe (1995, 1999 y 2005), así como las bibliografías específicas sobre la lengua quechua elaboradas por Rivet y Créqui-Monfort (1951) y por Medina (1930), hemos seleccionado aquellas artes coloniales de la lengua quechua con paradero conocido y hemos cotejado la sección dedicada a la conjunción. Los resultados más destacados del trabajo realizado son los siguientes. En primer lugar, los gramáticos del quechua proponen definiciones de la conjunción con claras reminiscencias clásicas: las gramáticas latinas de Antonio de Nebrija (1441/44–1522) o Manuel Álvares (1526-1583) les guían en este aspecto. En segundo lugar, entre los gramáticos de la lengua quechua destaca la labor de González Holguín, pues incluye nuevas clases de conjunciones a las que no se había aludido con anterioridad en las fuentes misioneras y, al codificarlas, este gramático explica las estrategias gramaticales a través de las que el quechua expresa de qué manera se ha obtenido la información que se transmite, esto es, la categoría de la evidencialidad. Este hecho muestra, una vez más, que los misioneros no siguieron de manera inflexible el marco teórico grecolatino imponiéndoselo a las lenguas americanas, sino que supieron dar cuenta de muchas de sus particularidades. |